Castillo de Uclés - Uclés, Cuenca

Se recomienda encarecidamente la visita al Castillo de Uclés, una joya histórica situada en el corazón de la provincia de Cuenca, España. Concretamente, su dirección es Dirección: 16452 Uclés, Cuenca, España. Aunque no cuenta con un número de teléfono disponible ni una página web oficial, su presencia y atractivo son innegables. Este monumento, dedicado principalmente a la exhibición del Castillo, ofrece una experiencia única para visitantes de todas las edades.

Ubicación e Historia

El Castillo de Uclés se alza sobre una colina que domina el paisaje de Uclés, a escasos kilómetros de la capital provincial. Su ubicación estratégica le ha conferido durante siglos un papel crucial en la defensa del territorio. Originalmente, el castillo se construyó en el siglo XIII por el rey Pedro II de Aragón, y posteriormente fue objeto de numerosas modificaciones y ampliaciones a lo largo de los siglos. Evolucionó de un simple recinto fortificado a una impresionante fortaleza medieval, reflejo de las distintas épocas y los diferentes monarcas que lo habitaron. La fortaleza tiene un carácter peculiar, no es un castillo en el sentido estricto de la palabra, sino más bien una casa-castillo, un palacio fortificado con torres y murallas, que combinaba funciones residenciales y defensivas.

Características Destacadas

Aunque la visita interior es actualmente imposible debido a su estado de abandono, la muralla del Castillo de Uclés se conserva de forma notable. Las torres que lo protegen, testimonian la arquitectura militar de la época, y ofrecen unas vistas panorámicas de la comarca de La Hoya del Jamón que son sencillamente impresionantes.

Murallas: La muralla, con su estructura sólida y bien conservada, es el elemento más llamativo del castillo.
Torres: Las torres, de diferentes tamaños y diseños, proporcionan una defensa eficaz y una perspectiva privilegiada del entorno.
Fachada: La fachada del castillo, con sus elementos decorativos y su imponente presencia, es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar medieval.
Plaza Mayor: El patio de armas, conocido como Plaza Mayor, es el corazón del castillo.

Información y Recomendaciones

El Castillo de Uclés es un lugar que cautiva por su belleza y su historia. Es un destino ideal para aquellos que buscan explorar el patrimonio medieval de España. A pesar de su estado de abandono, la fortaleza conserva su encanto y su atmósfera misteriosa. Se considera un lugar especialmente adecuado para las familias con niños, quienes podrán imaginar cómo era la vida en una fortaleza medieval. La experiencia se centra en la admiración del entorno y la contemplación de las estructuras que quedan en pie, permitiendo una conexión visual con el pasado.

Opiniones y Valoración

Según las valoraciones disponibles en Google My Business, el Castillo de Uclés cuenta con una media de Opinión media: 4/5, lo que refleja la satisfacción general de los visitantes. Aunque la visita interior no es posible, la experiencia de contemplar las murallas y las torres es considerada valiosa y memorable. Se percibe un interés particular por la belleza paisajística y la importancia histórica del lugar.

👍 Opiniones de Castillo de Uclés

Andrea J.

3/5

La muralla está muy bien conservada en este punto del mapa pero no se puede visitar el interior.

Está abandonado y solo es posible ver las torres y la parte de la muralla que están en pie. Es bastante singular y bonito de ver.

Bárbara D.

4/5

El edificio y el entorno es muy bonito. El Monasterio no parece de los más ricos en patrimonio histórico artístico comparado con otros. Pero fue muy importante para la Orden de Santiago, y toda la biblioteca y archivos que contuvo. Destaco el artesonado de madera renacentista con las efigies de personajes importantes, la sacristía y los corredores superiores del claustro. La guia del monumento fue una señora muy amable e informada sobre la historia del monumento. Sería positivo que el castillo anexo estuviese abierto al público. Sin duda, Uclés, es un pueblo a visitar.

Antone V.

4/5

En esta ubicación no está “el castillo”, sino la torre albarrana que hacía función de atalaya y avanzada defensiva en el extremo sur del recinto amurallado. En ella confluyen las dos murallas que protegían la villa. El castillo, hoy desaparecido, estaba donde actualmente se levanta el monasterio.

Javier A.

4/5

Visita recomendable, las vistas mas bonitas son desde fuera. El monasterio se llevo parte del castillo, un bonito monasterio a cambio de un trozo de la historia, se podría decir que no hay mal que por bien no venga, pero hubiese preferido ver el castillo en su esplendor.

Paula R. Q.

5/5

Es precioso por fuera y por dentro. Muy bien conservado.
Se paga para entrar pero vale la pena.
Tienes guía y te lo explica todo.

Guillermo F.

5/5

Castillo de construcción árabe del siglo IX que pasó de manos de los cristianos a los árabes en varias ocasiones durante la época musulmana. Posteriormente fue entregado a la orden de Santiago quienes, en 1523, demolieron una parte para construir el monasterio. Se conservan tres torres y casi toda la muralla exterior, con su característica forma en picos de sierra. Las vistas del castillo desde el mirador que hay justo enfrente junto a la carretera que sale hacia el oeste son magníficas.

Jörge

5/5

Se trata de una fortaleza construida en el siglo IX, siendo un lugar estratégico e importante durante la Reconquista, siendo el lugar donde murió el califa Muhammad III. Posteriormente perteneció a la Orden de Santiago, momento en el que fue usado como prisión. Fue gravemente alterado por la construcción del monasterio, que destruyó gran parte de su estructura. Actualmente solo se puede visitar por fuera

Juan S.

4/5

Su origen es árabe y fue construido a finales del siglo IX o principios del X, por orden de Fath ben Musa ben Zennún, aunque de la construcción inicial queda bien poco. Tras su conquista, el castillo fue entregado a la Orden de Santiago. En época de Carlos V, éste mandó construir el actual convento, utilizando las superficies del antiguo y parte de la fortaleza primitiva. En su origen el castillo tuvo siete torres, de las que ahora solo quedan la del Póntido, la del Palomar y la torre Albarrana (reconvertida en la de Homenaje) y algunos lienzos de muralla que descienden hacia el rio Bedija y luego discurren paralelos al mismo.
Solo se puede visitar los exteriores.